- Entendiendo la Voluntad de Dios
Uno de los retos en el crecimiento espiritual de muchas personas es la distinción entre la voluntad de Dios y el propósito de Dios. La voluntad de Dios se refiere al proyecto y plan relacional personal que Dios tiene con cada individuo y que no es negociable. Esta voluntad está expresada en la palabra de Dios.
Todo argumento o enseñanza que vaya en contra de la palabra de Dios se puede considerar como opuesto a su voluntad. Por lo tanto, la voluntad de Dios incluye principios inmutables como la salvación a través de Jesucristo.
- Principios Inmutables
Todos estamos llamados a abrazar la salvación por medio de Jesucristo. Esto significa que la única forma de ser reconciliados con Dios es a través de su hijo. El evangélico, el católico, el testigo de Jehová, el mormón y el musulmán, todos están llamados al arrepentimiento y a construir una relación de reconciliación con Dios a través de Jesucristo.
- La Promesa de Dios
Otro principio asociado a la voluntad de Dios es la promesa de que Dios es nuestro proveedor. Si Dios me salvó por la fe y no por mis obras, ¿por qué me enfoco en ganar su aprobación a través de mis buenas obras?
La salvación es un regalo de Dios que recibimos por fe, no por nuestro desempeño. No hay ninguna buena obra que podamos hacer para ganar el favor de Dios o la salvación de nuestra alma.
- La Transformación y la Conducta
Es importante distinguir entre la salvación y la transformación. La salvación es un regalo de Dios, mientras que la transformación es el proceso de santificación en el que estamos llamados a vivir una vida abundante en Cristo. No debemos unir estos dos conceptos, ya que son distintos.
- Justificación por la Fe
La justificación por la fe ocurre en el momento en que nos arrepentimos de nuestros pecados. Dios nos perdona y nos limpia, otorgándonos vida eterna a través de la obra de Cristo en la cruz. En ese momento, Dios ya no nos ve a nosotros, sino a Cristo en nosotros.
- El Proceso de Santificación
La santificación es un proceso permanente y perpetuo en el que estamos siendo transformados a la imagen de Dios. Este proceso implica desvestirnos del viejo hombre y vestirnos del nuevo hombre, permitiendo que Cristo aumente en nosotros mientras nosotros menguamos.
- Conociendo el Propósito de Dios
Antes de conocer el propósito de Dios en nuestra vida, debemos tener la voluntad dispuesta a obedecerlo. La voluntad de Dios se refiere a nuestra relación personal con Él, mientras que el propósito de Dios es la misión o el rol que Él nos ha asignado para impactar la vida de otras personas.
### La Comisión de Dios
El propósito de Dios en nuestra vida es la comisión específica que nos ha dado para ser de impacto en la vida de otras personas. No todos están llamados al púlpito; el propósito puede manifestarse en diversas áreas como la educación, las artes, los medios de comunicación, y más.
- Impacto en Diversas Áreas
Dios utiliza nuestras habilidades y dones para penetrar áreas y sistemas donde otros no pueden llegar. Esto incluye roles seculares y no necesariamente eclesiásticos. El propósito de Dios es diversificado y puede manifestarse en cualquier área de nuestra vida.
- La Apertura a Ser Guiado por el Espíritu
La apertura a ser guiado por el Espíritu de Dios es crucial para conocer y cumplir el propósito de Dios en nuestra vida. Esto requiere la rendición del ego y la disposición a ser dirigidos por el Espíritu Santo.
- El Ejemplo de Jonás y Pedro
Dios tuvo que trabajar con Jonás y Pedro para destruir sus prejuicios y prepararlos para su propósito. La actitud y la apertura al cambio son esenciales para ser guiados por el Espíritu y cumplir el propósito de Dios.
- La Rendición del Ego
La rendición del ego implica permitir que Cristo aumente en nosotros mientras nosotros menguamos. Esto nos permite ser sensibles a la guía del Espíritu y ubicarnos en situaciones donde podemos hacer la diferencia en la vida de otras personas.
El Papel de la Sabiduría y el Discernimiento
La sabiduría y el discernimiento son esenciales para conocer la voluntad y el propósito de Dios. La palabra de Dios aconseja que en la multitud de consejeros hay sabiduría. Dios puede usar a cualquier persona o circunstancia para iluminarnos y ayudarnos en nuestro crecimiento espiritual.
La Apertura al Conocimiento
La apertura al conocimiento y al discernimiento espiritual nos permite recibir cuando Dios nos habla. Esto implica ser humildes y mansos, permitiendo que cada interacción diaria sea una oportunidad para escuchar y discernir la voluntad de Dios.
El Proceso del Discernimiento
El proceso del discernimiento implica observar y permitir que Dios nos ubique y nos dirija. Esto nos ayuda a estar en sintonía con la voluntad de Dios y a recibir lo que Él tiene para nosotros. La humildad y la mansedumbre son claves para este proceso.
Conclusión
Conocer la voluntad y el propósito de Dios para nuestra vida requiere discernimiento, humildad, y la disposición a ser guiados por el Espíritu Santo. La voluntad de Dios se refiere a nuestra relación personal con Él, mientras que el propósito de Dios es la misión específica que nos ha asignado para impactar la vida de otros.
Es crucial distinguir entre la salvación y la transformación, y permitir que Dios nos guíe en cada paso de nuestro camino espiritual. A través de la sabiduría y el discernimiento, podemos conocer y cumplir el propósito de Dios en nuestra vida, haciendo una diferencia significativa en el mundo que nos rodea.
Ver video completo aquí: