Que su lonchera esté llena de fe…

Cómo los padres pueden asegurarse de que sus hijos estén preparados para vivir su fe en la escuela

Se enfatiza la importancia de formar a los hijos con principios de fe sólidos, para que puedan llevar a Dios a dondequiera que vayan. Se aborda el temor de algunos padres a que sus hijos enfrenten conflictos por sus creencias en la escuela, y se anima a los padres a equipar a sus hijos para que puedan hablar y vivir su fe. Se utiliza la analogía de una lonchera para ilustrar la necesidad de equipar a los hijos con las herramientas necesarias para defender su fe y no "comer de otra lonchera". Cómo reaccionar ante situaciones difíciles, como conflictos con compañeros, desde una perspectiva de fe. Se menciona que el propósito original de la instrucción pública en Estados Unidos era enseñar valores y principios, y se lamenta la pérdida de esta base. Se distingue entre ser pasivo y defender la fe, y se anima a los padres a equipar a sus hijos para dialogar correctamente sobre sus valores y creencias. Se aclara que vivir la fe no implica ser combativo, sino vivir un evangelio que se distingue por acciones y palabras. Se destaca la importancia de que los niños tengan la convicción y seguridad para hablar de su fe, no de religión, y se pone como ejemplo el compartir la merienda u orar por un compañero. Se anima a no avergonzarse del Evangelio y a ser voceros de la fe, involucrándose en cosas que edifiquen y fluyan con naturalidad. Hay una generación que reclama poder llevar su bandera de la fe, y que los padres y abuelos están para apoyarles en mantener su fe y ser efectivos.

 

 

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