La importancia de centrarse en el verdadero discipulado y no solo en métricas superficiales como la asistencia a la iglesia o los seguidores en las redes sociales
Ramón Mojica, utiliza la analogía de un falso positivo en un diagnóstico médico para ilustrar cómo las apariencias pueden engañarnos. Argumenta que una iglesia grande no necesariamente significa una iglesia espiritualmente saludable, y que el verdadero éxito radica en nutrir un pequeño grupo de seguidores dedicados que pueden multiplicar su impacto. Mojica enfatiza la importancia del discipulado intencional, centrándose en el crecimiento personal y el desarrollo espiritual en lugar de simplemente atraer grandes multitudes. También destaca la importancia de la salud emocional y espiritual para los líderes, reconociendo los desafíos que enfrentan y la necesidad de cuidarse a sí mismos. Ofrece un desafío estimulante a los modelos tradicionales de crecimiento de la iglesia y anima a los espectadores a reevaluar sus prioridades y centrarse en lo que realmente importa: cultivar verdaderos discípulos de Jesucristo.