Diálogo Interno

La conversación constante que tenemos con nosotros mismos

A menudo, esta conversación se basa en nuestras creencias y anticipaciones sobre el futuro. Es crucial buscar evidencia antes de asumir cualquier cosa sobre nosotros mismos o sobre los demás. Muchas veces, las historias que nos contamos son inventos. La forma en que nos hablamos a nosotros mismos influye en nuestros pensamientos y acciones.

Para transformar el diálogo interno, se sugiere tener un espacio con Dios y acudir a la palabra. Creer que podemos hacerlo todo solos puede llevar al síndrome de la quemazón. Es fundamental ser consciente de lo que nos decimos a nosotros mismos. A veces, adoptamos el papel de víctima y nos limitamos con pensamientos negativos.

Por otro lado, al compartir nuestro diálogo interno, debemos preguntarnos si lo que vamos a decir añadirá valor o ayudará a mejorar. Es necesario aplicar un filtro mental antes de hablar o escribir, especialmente en redes sociales. Debemos preguntarnos si nuestras palabras bendicen, edifican o aportan.

 

 

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