El Ciclo de Michael Hubs
Los tiempos duros crean gente fuerte. La gente fuerte crea tiempos buenos. Los tiempos buenos crean gente débil y la gente débil crea tiempos duros. Esta frase de Michael Hubs refleja un ciclo importante para reflexionar.
Como padres, es crucial preguntarnos si queremos continuar este ciclo o detenerlo en alguna fase para mejorar la vida de nuestras generaciones futuras.
¿Cómo Detener el Ciclo?
Para evitar que los tiempos buenos creen hijos débiles, es necesario crear momentos estelares que reten a nuestros hijos. Esto no significa hacerles pasar por miseria, sino aplicar firmeza y disciplina bien enfocada.
La dureza puede ser la firmeza de carácter y la disciplina, que siempre parecerán difíciles para nuestros hijos, pero son esenciales para su desarrollo.
La Biblia y los Hijos Consentidos
Proverbios 29:15 dice, "Los hijos consentidos avergonzarán a sus padres". Los tiempos buenos crean hijos que se creen que lo merecen todo, lo cual conduce a la vergüenza y la insatisfacción.
Es importante reflexionar sobre nuestra labor paternal y preguntarnos si estamos criando hijos que nos avergonzarán o que nos llenarán de satisfacción.
Herencia al Mundo
Nuestra herencia no es para nuestros hijos, sino para el mundo. Debemos pensar en qué tipo de hijos estamos formando para heredar al mundo, no qué tipo de mundo estamos creando para nuestros hijos.
Crear hijos para heredar al mundo asegura que el mundo trabajará a favor de ellos. En cambio, crear un mundo para heredar a nuestros hijos puede llevarlos a enfrentar un mundo real que no están preparados para manejar.
Consonancia y Congruencia
Es esencial tener consonancia y congruencia a la hora de elogiar y corregir a nuestros hijos. No debemos concentrarnos solo en halagar sus virtudes, sino también en señalar y corregir sus defectos.
Balancear el reconocimiento de las cosas buenas y la corrección de las malas es clave para evitar criar hijos consentidos y dependientes.
Mano de Hierro y Guante de Seda
Como padres, debemos aplicar autoridad con amor, es decir, tener manos de hierro con guantes de seda. Esto significa ser firmes pero cariñosos en la crianza de nuestros hijos.
El carácter fuerte no es gritar o pelear, sino la habilidad de controlar las emociones y los impulsos. Un niño que grita y pelea tiene un carácter débil, y es responsabilidad del padre ayudar a fortalecerlo.
Control de Emociones e Impulsos
El carácter fuerte es la capacidad de controlar las emociones, los impulsos viscerales y las influencias ambientales. Enseñar a nuestros hijos a controlar sus deseos y hacer lo correcto es crucial.
Por ejemplo, si un hijo quiere un dulce, pero necesita bajar de peso, debemos enseñarle a priorizar lo correcto sobre el placer inmediato.
Ejemplo de Vida
El trabajo de un padre no es darles un mundo bueno, sino darles un buen ejemplo. Los hijos observan y aprenden de cómo manejamos nuestras finanzas, tiempo y hogar.
Crear momentos estelares donde reflejamos buenos hábitos y valores es más efectivo que simplemente proporcionarles un ambiente cómodo.
Responsabilidad en la Crianza
Muchas veces nos quejamos de la malacrianza de nuestros hijos, pero debemos recordar que somos nosotros quienes los criamos. Es nuestra responsabilidad formar hijos útiles para la sociedad, no parásitos.
La satisfacción de heredar al mundo hijos de carácter fuerte es invaluable. Estos hijos no serán gobernados por sus emociones, sino que tendrán la capacidad de controlarlas.
Carácter Fuerte y Nobleza
El carácter fuerte no se muestra por la rudeza, sino por la nobleza. La verdadera fortaleza está en acallar el ego y mostrar valores y principios ante cualquier circunstancia.
Jesús enseñó que los pacificadores son llamados hijos de Dios. La nobleza y la paciencia son signos de un carácter fuerte y maduro.
Paciencia y Control
La paciencia es una virtud que se obtiene de un carácter fuerte. Lucas 21:19 dice, "Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas". Esta paciencia se obtiene reconociendo y controlando nuestros impulsos y emociones.
Un carácter fuerte es esencial para criar hijos que puedan enfrentar el mundo con éxito y armonía. Ojalá estos consejos ayuden a los padres a formar hijos de carácter fuerte y noble.
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