Fe en tiempo de crísís

Written by on 7 September 2020

Por Dr. Díaz-Pabón

Hay momentos en los que resulta perturbador intentar contar nuestros problemas. Se siente exagerado si lo explicamos a alguien. Pienso que el rey David atravesaba por un momento como ese cuando escribió el Salmo 40. Consideremos el versículo 12 “Porque me han rodeado males sin número; Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.” Para David los problemas eran tantos que no los podía contar, llegó al punto de creer que no había salida y había perdido el valor para enfrentar la crisis porque su corazón desfallecía.
Como ve, usted no es el primero ni el único que tiene problemas. Hoy le quiero compartir cuatro verdades que me han servido en mis crisis y creo que le van a bendecir a usted. En primer lugar: En la crisis, fe es buscar a Dios. El Salmo 77:2 dice: “Al Señor busqué en el día de mi angustia; Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso; Mi alma rehusaba consuelo.” No deje al Señor como la última opción. No espere a que la crisis sea más cruda para entonces buscar al Señor. Búsquelo ahora.
En segundo lugar: En la crisis, fe es confiar en el plan de Dios. Lo que a usted le ocurre es parte de un plan que traerá bendición a su vida. En Isaías 48:10 leemos: “He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido (refinado, probado) en horno de aflicción.” La aflicción es parte del proceso divino para traer a su vida edificación
y madurez. Por lo tanto, lo que tiene que decidir es si cree que Dios está en control o no. Si Dios regula la prueba o no. Si el diablo está bajo la autoridad de Dios o no. Si contestó sí a estos planteamientos confíe plenamente en el plan de Dios para su vida.
Por otro lado: En la crisis, fe es paciencia. Volvamos al Salmo 40:1-2 “Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.” Paciencia es la confianza de que lo que aún no vemos, llegará. Cuesta ser paciente. Enojarse no ayuda. La pelea no ayuda. La desesperanza no ayuda. Espere con paciencia porque Él lo hará.
Por último: En la crisis, fe es creer que el problema de hoy será testimonio mañana. Salmo 40:3 “Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.” Vamos a testificar y glorificar a Dios por sus maravillas manifestadas en nuestra vida. Él cambiará nuestro lamento en alegría cuando cumpla sus propósitos en nosotros. Dios pondrá una alabanza en nuestra boca, un cántico nuevo nacido de un corazón agradecido. Crea que pronto todo lo malo que nos ocurre será parte de un testimonio extraordinario.


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